¿Por qué existen las autoconstrucciones?
Las construcciones informales son una realidad que expone las
condiciones económicas, culturales y sociales de un territorio que no es propio
de un paÃs, sino que está presente en todo el mundo. En el Perú, la realidad es
que uno de cada tres casas son producto de la autoconstrucción, según el Grupo de Análisis para el desarrollo.
Jorge Rojas Pereyra, ciudadano que pertenece a esta estadÃstica
asombrosa amplÃa el panorama temático. Él construyó su vivienda en el 2010 de
manera informal en el asentamiento humano Nuevo Amanecer, Jirón Libertad,
Comas. Aledaño a su hogar se ubican decenas de hogares con la misma situación.
¿La razón? Simplemente el ahorro de tiempo y dinero. Su vivienda no está
registrada en la municipalidad ni fue observada por un arquitecto o
especialista del rubro. Dentro de su casa se pueden observar secuelas producto
de las consecuencias de esta mala práctica: techo y muro frágil, rajaduras en
las paredes e inestabilidad en las columnas.
Rajaduras debido al uso de malos materiales. |
Gran parte de las ciudades modernas, como Lima, crecieron rápido y espontáneamente debido a que nunca hubo una planificación urbanÃstica. A ello se suma las olas migratorias. El traslado del campo a la ciudad forma parte de los antecedentes. Si observamos el perÃmetro de la ciudad de Lima nos damos cuenta de que tiene anchos de vÃa insuficientes, falta de espacios públicos, una zonificación inadecuada, falta de servicios comunes modernos y problemas urbanos que no han logrado solucionarse. A ello se suma, las malas decisiones de las autoridades que parecen no estar enfocados en la búsqueda de un desarrollo sostenible e inteligente para la ciudad.
Existe demasiada desinformación y creencias respecto a estos asuntos, el
cual perjudica la calidad de vida y seguridad de las personas. De acuerdo con
la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, al año se construyen 50,000
viviendas informales en Lima que forman parte de la autoconstrucción. Esta
cifra atónita se concentra mayormente en distritos como San Juan de Lurigancho,
Comas, Puente Piedra, Ventanilla e Independencia.
¿Es una situación sin solución?
Conversamos con Laura Villar, arquitecta especialista en urbanismo, para
que nos dé su punto de vista ante esta problemática.
¿Las viviendas de
la ciudad están apta para soportar un movimiento telúrico de gran intensidad?
Al encontrarnos geográficamente
en el llamado "Cinturón de Fuego del PacÃfico", que son el encuentro
de dos placas tectónicas, la Sudamericana y la Nazca, y además ambas soportan
más del 70% de la actividad sÃsmica y volcánica de la Tierra. Asà que somos muy
vulnerables a recibir en cualquier momento un movimiento intenso.
Lamentablemente, un gran porcentaje de las casas de Lima se desplomarÃan,
podemos ver como en el terremoto de Pisco en 2008 más de la mitad de las
viviendas colapsaron y en Lima la situación y planificación urbanÃstica no son
buenos indicios, a la vez también hay una mayor densidad poblacional. Existen
estudios que indican que no soportarÃamos un sismo de 8.0 grados, realmente
serÃa una catástrofe, por lo que siempre se están realizando campañas de
concientización y mejorar nuestra cultura sÃsmica, con esto me refiero a estar
preparados, saber las rutas de evacuación, tener nuestra mochila de emergencia,
realizar un plan e imaginarnos todas las posibles situaciones en la que
podÃamos encontrarnos y saber que hacer en el acto. Si sabemos que vivimos en
una casa que no fue construida adecuadamente, se tiene que salir sà o sÃ,
planificar una ruta de escape y ubicar una zona de seguridad. Vivimos en una
bomba de tiempo y esta medida es la única que por el momento salvarÃa miles de
vidas.
¿Qué aspectos son básicos al momento de la construcción de un hogar?
Bueno, entendiendo a las construcciones informales que son parte de un proceso rústico y no tienen ningún tipo de estudio de suelos ni la intervención de ingenieros y arquitectos, vemos como hay casas de hasta cuatro pisos bajo estas circunstancias siendo algo alarmante. Por consiguiente, lo primero serÃa realizar un estudio de suelo, identificar si estamos ante un suelo blando o rocoso es determinante para elegir los materiales y los sistemas de construcción. Si estamos en una vivienda construida sobre un suelo blando es más vulnerable ante un movimiento sÃsmico que una vivienda ubicada sobre suelo firme.
Las zonas que
tienen mayor riesgo son las que tienen suelo flexible: Villa El Salvador, las
playas del sur, como San Bartolo, entre otras. Por el norte tenemos Ventanilla,
Comas, Independencia y San Juan de Lurigancho, especialmente las zonas ubicadas
en las colinas, donde las viviendas son muy vulnerables.
Lo segundo serÃa
contar con planos diseñados por profesionales, como los planos de diseño y
distribución de ambientes, de estructura, de instalaciones eléctricas, de
ubicación y caracterÃsticas de materiales y de instalaciones sanitarias. Luego estarÃa contratar al personal
capacitado y mano de obra calificada, comprar los materiales adecuados que se
recomendaron en las evaluaciones y respetar los procesos de construcción.
Sucede que muchas personas quieren hacerlo en tanto tiempo, pero asà no
funciona, no se puede ni apresurar ni demorarse más de lo planificado. Además
de contar con todos los permisos correspondientes de la municipalidad.
¿Cómo se podrÃa mejorar en la planificación urbana?
Lo que sucede es que muchas zonas de Lima fueron creciendo desordenadamente, es decir no hubo una planificación previa. Varias de las urbanizaciones de Lima norte o sur nacieron de esa manera y ya posteriormente las municipalidades se encargaron de organizarlas, pero las infraestructuras ya estaban. En lo últimos años se ha tratado de mejorar, por ejemplo, recortar pistas o ensanchar veredas, también en oportunidades se ha tenido que quitar algunas áreas verdes para que exista una adecuada evacuación antes algún desastre natural, pero de todas maneras hay zonas donde podemos observar casa con cinco pisos que no deberÃan de tener esa cantidad debido a las caracterÃsticas de la zona. Para mejorar se necesita un arduo trabajo con las instituciones correspondientes y las municipalidades, tratar de buscar soluciones en los lugares donde se pueda, pero más que cambiar lo que ya está realizado serÃa mejorar lo que está por venir.
Prevención y desastres naturales
El Perú es un paÃs altamente
vulnerable a sufrir los efectos de desastres naturales. Debido a la ubicación
geográfica, por ejemplo, puesto que nos encontramos en el Cinturón de Fuego del
PacÃfico. Una región sumamente sÃsmica que está en constante movimiento. O
también somos vulnerables por los distintos relieves y climas que cada año
sufren alteraciones meteorológicas.
Debido a todo ello y siendo
conscientes de las graves consecuencias que podrÃan provocar los terremotos,
huaicos, deslizamientos, inundaciones, etc. Es necesario tener los
conocimientos apropiados y sobre todo desarrollar mecanismos de prevención y
atención ante los desastres que puedan poner en riesgo nuestras vidas, nuestras
casas y el medio ambiente que nos rodea.
Además, es sabido que todos
los años, precisamente en los meses de verano, desastres naturales como
inundaciones o huaicos afectan a muchas viviendas construidas en las laderas de
rÃos o quebradas. Por otro lado, los temblores se han convertido en futuras
amenazas de terremoto para las personas. Sin embargo, aún no se cuenta con un
avanzado plan de prevención y concientización por parte de las autoridades y la
población.
Es claro decir que la furia
de la naturaleza es la principal causa, pero los impactos en las infraestructuras
y en las vidas son resultados de una clara falta de planificación de las
empresas, las personas y el Estado. La acción humana muchas veces toma a la
ligera lo peligroso de los desastres naturales. Los motivos económicos
sobrepasan a los humanos cuando se decide construir sin normas de construcción
o en zonas altamente peligrosas para las viviendas.
En el Perú, las
concentraciones urbanas son cada vez menos seguras y la creciente urbanización
no planificada afecta a las personas con menos recursos. Según Paul Martin,
representante de UNICEF, las familias que viven en situación de pobreza son las
más expuestas a las consecuencias de los desastres naturales, pues viven en
zonas peligrosas como laderas de rÃos, cerros, y hacinamientos. Es decir, hay
una total falta de cultura de prevención incentivada también por la pobreza y
falta de oportunidades.
Por todo lo mencionado es
relevante que las principales instituciones encargadas de salvaguardar daños y
vidas empleen una eficaz gestión de riesgo de desastres. En el paÃs son dos los
organismos encargados: SINADECI e INDECI.
El SINADECI (Sistema
Nacional de Defensa Civil) es el conjunto de organismo públicos y no públicos,
normas, orientados a la protección de la población mediante medidas de protección
y al desarrollo de actividades afectadas. Por su parte, el INDECI (Instituto
Nacional de Defensa Civil) es el organismo central y conductor del Sistema
Nacional de Defensa Civil que se encarga de la organización de la población,
coordinación y control de las actividades de Defensa Civil.
Según reportes de la ONU,
más de dos tercias partes de la población en el mundo vivirá en las ciudades
antes de fines del 2050. El Perú no está alejado de ello, pues cada año
aumentan las cifras demográficas en las principales ciudades. Entonces, es
importante desarrollar y hacer cumplir adecuadamente la gestión de riesgos de
desastres naturales que las autoridades planteen como medida para proteger a
los ciudadanos.
Consecuencias: pérdidas de vidas humanas e infraestructura
En las últimas
décadas el Perú ha sufrido de una inmensa variedad de desastres naturales como
terremotos, inundaciones, Fenómenos del Niño, huaicos, etc. Desastres que han
dejado miles de muertos, damnificados y daños en la infraestructura.
Según el Centro
Sismológico Nacional (Censis) del Instituto GeofÃsico del Perú (IGP) solo en el
2020 se registraron alrededor de 800 sismos. Además, al dÃa se producen entre
cinco y ocho sismos, pero que no son perceptibles.
Las
consecuencias humanas y materiales de los desastres a causa también de la falta
de prevención han sido muchas. Durante el comienzo de la década del 2000 un
sismo de magnitud 8.4 atacó a la ciudad de Arequipa, según autoridades, el
terremoto provocó la muerte de más de 240 personas, 70 desaparecidas, 2400
heridas y altos daños en vivienda e infraestructura.
En 2017, los
huaicos e inundaciones en Lima y otras regiones dejaron 107 muertos y más de
221 mil viviendas destruidas. Uno de los distritos más afectados fue Chosica,
lugar conocido por tener viviendas construidas en laderas de cerros y
quebradas.
Por último, hace
poco la ciudad de Lima sufrió un fuerte sismo de 6.0 que puso en alerta a
muchas personas. Si bien es cierto, no se registraron pérdidas humanas, pero sÃ
pequeños daños en cuanto a infraestructura. Paredes de casas se rajaron y
viviendas en cerros se descompusieron lo que podrÃa significar que ante un
sismo de mayor magnitud estarÃamos en graves problemas.
Mensaje de reflexión: ¿Cómo cambiar esta realidad?
Es crucial instruir
a la población sobre esta temática. No esperemos que suceda una desgracia para
recién actuar, lo cual es un comportamiento repentino en las autoridades de
nuestro paÃs. En un principio, se espera que pasen los hechos para
posteriormente proceder a la búsqueda de estrategias y tácticas de solución.
El periodismo de
desastres naturales debe tomar el protagonismo, ya sea inculcando y ofreciendo
materiales pedagógicos de fácil entendimiento a la población. También, el
Estado debe obligar a que estos temas se dicten en los colegios, institutos,
universidades privadas y estatales. Es crucial buscar alternativas que mejoren
los resultados, como la formalización mediante mecanismos de créditos. Esto
ayudará favorablemente en la edificación y mejoramiento de la vivienda. Los
especialistas urbanÃsticos coinciden en que se podrÃa brindar asesorÃas a
través de los estudiantes y en el caso de los institutos técnicos, promover la
capacitación del personal que asumirá la mano de obra en la construcción de
estas edificaciones.
Por otra parte, la
población también debe ser cautelosa. Siempre tener una mochila de emergencia o
conocer estrategias de evacuación ante un sismo o desastre natural. Son
aspectos básicos que deben considerar. Sin duda, debemos empezar a considerar
estos asuntos para que a largo plazo el arrepentimiento no derrumbe a la
sociedad.
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